Casi todos los empresarios franquiciadores de éxito que conocemos han sido emprendedores, que partiendo en muchas ocasiones de muy poco, han logrado llegar con trabajo, esfuerzo y dedicación, hasta donde hoy conocemos.
Franquiciar un negocio es una de las mejores opciones que tienen todas las pequeñas y medianas empresas para poder crecer y desarrollarse empresarialmente. Lo esencial es ser capaces de expandir nuestra propia marca y poder compartir nuestro éxito con otros emprendedores.
Sin embargo, no se trata simplemente de copiar un modelo, sino de seguir un proceso estructurado que permita replicar y multiplicar el negocio de manera efectiva.
Eduardo Tormo, reconocido experto en franquicias y CEO de Tormo Franquicias Consulting, empresa consultora especializada que ha participado en el desarrollo y expansión de muchas de las marcas franquiciadoras que hoy conocemos, comparte su visión sobre los pasos esenciales y los desafíos que enfrentan los empresarios que desean franquiciar su negocio. Así expresa: “El sector franquicias en España no ha dejado de crecer y las expectativas son que así seguirá siendo de forma ininterrumpida.”
Hoy en día, existen alrededor de 1.500 empresas o marcas que franquician a más de 90.000 puntos de venta en conjunto que operan en nuestro país, generando más de 400.000 empleos directos.
Para Eduardo Tormo, uno de los hechos más apasionante del sistema de franquicia es el de facilitar la expansión y el crecimiento de muchas pequeñas y medianas empresas que, partiendo de muy poco, han alcanzado logros realmente considerables. De hecho, uno de los aspectos en los que incide y donde se fundamenta el sistema de franquicia es el siguiente: “Convertir un negocio de éxito en una organización empresarial desde los inicios sin necesidad de estructurar para conseguirlo”. Este es el secreto de franquiciar y, para ello, es necesario organizarse adecuadamente.
Convertir un negocio en franquicia requiere más que sólo tener éxito en un lugar, se trata de hacerlo replicable y atractivo para otros empresarios. Y lo que es más importante: conseguir rentabilidad para cada uno de los franquiciados que se van a incorporar en el sistema.
A lo largo de su amplia experiencia, la consultora ha acompañado a muchas empresas pequeñas y medianas para lograr dar este salto gracias a un acompañamiento adecuado.
¿Qué necesitamos para franquiciar un negocio?
Eduardo Tormo destaca que para que un negocio sea franquiciable, debe cumplir con ciertos requisitos. El primero es que exista un modelo de negocio probado bajo la experiencia de su fundador, que atraiga clientes y que, como consecuencia de ello, sea rentable.
Además, el concepto debe estar claramente definido y ser atractivo tanto desde el punto de vista comercial como financiero. “No se pueden franquiciar ideas, sino conceptos probados.”
Debe estar organizado para que el negocio pueda ser replicable. Esto implica que no dependa de factores únicos, como la ubicación o habilidades específicas de una persona, que dificulten su implementación. En resumen, la franquicia debe ser escalable y funcionar en distintos contextos bajo las mismas condiciones.
En el momento en que una empresa decide franquiciar, debe organizarse internamente como “central de franquicia”. Las funciones de una empresa y las funciones de una central de franquicia son claramente diferenciadas.
Mientras una se orienta hacia los clientes y la generación de ingresos en los mismos, la otra se orienta hacia la creación, venta y sostenimiento de un formato de negocio mediante la incorporación y gestión de franquiciados.
Desafíos en el proceso de franquiciar
Desarrollar un negocio a través de franquicias implica organizarse previamente. Para ello, lo más adecuado es contar con un equipo de consultores especializados que gestionen la validación de documentos, la adaptación del modelo de negocio, los aspectos legales y la creación de estrategias de venta en franquicia. Porque, además de crear el modelo de franquicia, el verdadero reto se inicia después, en definitiva, es venderla, difundir sus ventajas, promoverla y comercializarla.
Uno de los aspectos fundamentales y de gran importancia es no apresurarse al seleccionar a los franquiciados y tan solo incorporar aquellos que tengan el perfil, los requisitos, la empatía y las capacidades adecuadas.
Eduardo Tormo indica “Una franquicia de éxito no es la que tiene un buen franquiciador, sino la que tiene buenos franquiciados y garantiza el éxito de estos.”
En definitiva, en el proceso de venta de una franquicia no se trata solo de encontrar a alguien con capital, sino de asegurarse que el perfil del futuro franquiciado sea el adecuado para seguir las pautas de nuestro negocio y sea fiel a la marca.
La expansión de una franquicia requerirá además un crecimiento controlado y estratégico. Es importante analizar las zonas donde queremos implantarnos y el potencial de mercado, ya que cada empresa y cada franquicia presentan aspectos diferenciados.
No obstante, lo más importante en este apartado es que todo desarrollo empresarial en franquicia requiere un “Proyecto de Franquicia”. El mismo, determina todos los aspectos que son necesarios para convertir una empresa, o actividad comercial, en una organización empresarial en franquicia.
Principales consideraciones legales y errores a evitar
Desde el ámbito legal, es obligatorio tener una marca registrada y establecer claramente los derechos y obligaciones entre el franquiciador y el franquiciado. El Código Deontológico Europeo de la Franquicia señala también muchos de los aspectos principales y también la reglamentación legal vigente.
Eduardo Tormo subraya que franquiciar no es un camino fácil, es un modelo que requiere esfuerzo y dedicación para todas las partes. Subraya también que partiendo de la base de que el sistema de franquicia presenta menores riesgos empresariales para el franquiciado al ser un modelo probado, experimentado y donde se brindan todo tipo de apoyos, formación y asistencia al mismo, no hay que olvidar que la decisión de todo emprendedor al incorporarse en una red de franquicia no está exenta de riesgo empresarial y esto es algo que debe conocerse.
El franquiciador, por su parte, debe establecer un claro liderazgo, también debe gestionar adecuadamente la relación con los franquiciados, tiene que generar confianza, y seguir el plan financiero establecido. Ambas partes deben ser conocedoras que el sistema de franquicia es un negocio donde todos ganan.
En Resumen
Convertir un negocio en franquicia es uno de los hechos más apasionantes que pueden sucederte como empresario.
En definitiva, es conseguir ampliar el negocio actual, multiplicar los ingresos y ser protagonista del desarrollo de la marca.
Expandir un negocio a través del sistema de franquicia se ha convertido en el sueño de muchos emprendedores y propietarios de negocios. Entre las principales ventajas podemos destacar que como propietario de la marca tendrás la oportunidad de desarrollar tu negocio con recursos de terceros y utilizar la fuerza laboral de otro empresario, el franquiciado, que es quien opera el negocio.
Si está bien estructurado, el proceso de expansión gana capilaridad a una velocidad más rápida, crea una barrera para la competencia y, en consecuencia, expande el valor de la marca.
El principal requisito previo para poder franquiciar es tener un negocio exitoso. En otras palabras, un negocio en el que el franquiciador aporta su experiencia previa, tiene procesos bien definidos, es rentable, goza del reconocimiento de los clientes y tiene la oportunidad de crecer y expandirse.