Franquiciar un negocio en España es una buena opción para escalar una marca y alcanzar nuevos mercados sin asumir todos los costes de la expansión. Sin embargo, este modelo de crecimiento empresarial también conlleva importantes obligaciones legales.
Esta guía legal para franquiciar te va a ayudar a comprender la normativa vigente, los pasos imprescindibles y los aspectos que se deben tener en cuenta para proteger tanto tu empresa como tu red de franquiciados.
¿Qué dice la legislación española sobre franquicias?
En España, no hay una ley específica para franquicias como tal, pero hay un marco normativo que se apoya en la legislación civil, mercantil, de competencia, consumo y propiedad intelectual.
Un aspecto fundamental es que la ley exige que el franquiciador proporcione al potencial franquiciado, al menos 20 días antes de la firma del contrato o del pago de cualquier importe, un documento de información precontractual (DIP). Este documento debe contener:
- Datos de identificación del franquiciador
- Descripción del sector y del mercado en el que opera
- Antigüedad y experiencia del negocio
- Contenido y características del contrato de franquicia
- Obligaciones económicas del franquiciado
- Propiedad industrial e intelectual relacionada con la franquicia
Esta información tiene como objetivo proteger al franquiciado, permitiéndole así tomar decisiones con el conocimiento suficiente.
La importancia de los contratos de franquicia
El contrato de franquicia es el documento central que regula la relación entre el franquiciador y franquiciado.
Algunas de las cláusulas imprescindibles que debe contener un contrato de franquicia son:
- Objeto del contrato
- Canon de entrada y royalties
- Zona de exclusividad
- Formación inicial y asistencia técnica
- Manual operativo
- Confidencialidad y cláusulas de no competencia
- Condiciones de renovación
Este contrato no solo regula aspectos económicos y operativos, sino que también garantiza la coherencia y la calidad de toda la red de franquicias.
Propiedad intelectual y registro de marca
Uno de los pilares fundamentales al franquiciar es proteger todos los activos intangibles del negocio, especialmente la marca. El franquiciador debe ser titular o licenciatario exclusivo de la misma, y tenerla registrada en la Oficina Española de Patentes y Marcas.
Además, es esencial proteger el know-how y los secretos empresariales, que, aunque no siempre se registran, deben recogerse en el contrato de franquicia mediante cláusulas específicas. Otros elementos como el diseño del local, logotipos, software, o manuales operativos también deben estar cubiertos legalmente.
La protección de estos activos es clave, ya que son el principal valor que el franquiciador transfiere a sus franquiciados.
Obligaciones y derechos de franquiciador y franquiciado
Para que una red de franquicias funcione correctamente, es vital definir claramente las obligaciones de cada parte.
El franquiciador debe:
- Formar y asesorar al franquiciado.
- Supervisar el cumplimiento de los estándares del negocio.
- Autorizar el uso de la marca y brindar apoyo continuo.
El franquiciado, por su parte, debe:
- Respetar los métodos y procesos establecidos.
- Pagar las cantidades acordadas (canon, royalties, etc.).
- Mantener la confidencialidad sobre la información recibida.
Establecer estos compromisos en el contrato y cumplirlos es esencial para mantener una relación comercial duradera.
Protección de datos y normativa fiscal
Además de los aspectos comerciales y contractuales, franquiciar implica cumplir con obligaciones fiscales y normativas en materia de protección de datos.
Tipos impositivos y obligaciones tributarias
Los pagos que realiza el franquiciado, como el canon de entrada o los royalties periódicos, están sujetos a IVA, generalmente al tipo del 21%. El franquiciador debe emitir facturas, declarar estos ingresos correctamente y cumplir con sus obligaciones fiscales (IVA trimestral, Impuesto sobre Sociedades, etc.).
Protección de datos
En lo referente a datos personales, la relación entre franquiciador y franquiciado suele implicar el uso de sistemas comunes (como CRM, webs o apps), lo que obliga a:
- Firmar contratos de encargo de tratamiento si se comparten datos.
- Registrar las actividades de tratamiento conforme al RGPD.
- Implementar políticas internas y formación sobre protección de datos.
Cumplir con estas normativas no solo evita sanciones, sino que también protege la reputación de la marca a nivel global.
Franquiciar un negocio en España no se trata solo de replicar un modelo de éxito, sino de construir una red bajo un marco legal sólido. Esta guía legal para franquiciar proporciona un primer acercamiento de los aspectos normativos que debes conocer antes de dar el paso.